Redaccion
La plataforma vecinal reitera su firme exigencia de un espacio verde en esa parcela, donde se ejecutó el proyecto de Murias.
La plataforma habitable destacó la deuda de Murias, en quiebra, para construir un edificio para la diócesis de Bilbao y una clínica mutualista que Murias iba a ejecutar. «Nuestra demanda de un espacio verde y de reunión en esa parcela es firme», afirmaron.
En un comunicado, Abyndo Hambable recordó que en febrero de 2024 se declaró oficialmente la bancarrota de Construcciones Murias Sa, del Grupo Urbas, por una competencia de acreedores.
La plataforma vecinal señaló que este promotor constructivo llevó a cabo el proyecto del obispo de Bilbao para construir una sede que albergara todos los servicios de su diócesis y una clínica en la parcela que ocupaba el antiguo BAM abandonado.
Tras enfatizar que el obispado «ganó 11.5 millones al vender la mitad del futuro edificio a Mutualia», indicaron que, según el informe final de la administración de la bancarrota, la deuda de Murias es mayor de lo anunciado previamente, pasando de 31,7 a 50,7 millones de euros.
Abyndo Habitale afirmó que, entre los acreedores de Murias, se encuentran individuos afectados por sus obras, municipios, empresas, bancos y la propia diócesis de Bilbao, «que reclama que los difuntos paguen las tarifas de ocupación de las vías públicas derivadas de las obras, que se detuvieron desde abril del año pasado.
La plataforma destacó que Mutualia también alega que la empresa constructora está pagando su deuda por retrasar la finalización de las obras, las cuales estaban programadas para diciembre de 2021 y «amenaza con rescindir el contrato, dejando la parcela sin ningún edificio».
«Solución a este agujero»
Abyndo Habitale afirmó que el «agujero» que Murias tiene es «el noveno capítulo de una historia de codicia y desdén por el bienestar de un vecindario». Después de recordar que han denunciado estos hechos durante más de cinco años, expresaron que mientras tanto, la «operación episcopal mutual sigue en marcha».
Por lo tanto, volvieron a reclamar una solución «a este agujero creado por la codicia en el vecindario» e indicaron que su exigencia de un «espacio verde y de reunión» en esa parcela es firme y seguirán trabajando para lograrlo a pesar de que «los propietarios y las partes involucradas, -Biscropric, Mutualia y la ciudad de Bilbao, ni siquiera aceptan y discuten posibles soluciones».
También esperan que el TSJPV se pronuncie sobre el recurso presentado acerca de la «ilegalidad» del proyecto de objetos clínicos, ya que consideran que «se viola el interés general que justificó la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGO) de Bilbao.
