
Un grupo de aproximadamente treinta individuos se ha reunido este viernes frente a la subdelegación del Gobierno en Bilbao para demandar «paz, justicia y reparación» en la República Democrática del Congo. La organización ha hecho hincapié en que la guerra «ha resurgido con una brutalidad extrema desde enero de 2025, y el mundo sigue en silencio», por lo que han solicitado «una respuesta urgente de la comunidad internacional».
Según la organización, en la guerra en el país africano, «una mujer sigue siendo violada cada cuatro minutos, los ataques contra la población civil se han multiplicado, con miles de fallecidos y más de siete millones de personas desplazadas». «Es una catástrofe humanitaria silenciada», han informado.
Durante la concentración, la cofundadora de la asociación FAMEKA de cooperación al desarrollo de mujeres congolesas y vascas, Marie Lucia Monsheneke, ha denunciado que en la República Democrática del Congo «ha habido décadas de violencia, de guerras impuestas y el mundo entero guarda silencio».
«Sabemos muy bien por qué hay guerra, por lo tanto, decimos que nuestros recursos naturales, la riqueza del país, al mismo tiempo es una maldición, porque estamos matando a mujeres y a la población. No estamos hablando de hace 30 años, estamos hablando de lo que ha ocurrido en semanas. Ayer mismo hubo masacres», ha expresado con pesar.
Ha advertido que levantarán la voz «no solo por ser congoleños, sino por humanidad». Se ha cuestionado «por qué no se está tomando acción» a nivel internacional «ante todo lo que está sucediendo» y ha resaltado que se está «avergonzando a la humanidad» si no hay una reacción.
«SILENCIO MUNDIAL»
Desde la organización han resaltado que «mientras el horror avanza, el silencio mundial persiste». Durante la concentración, los participantes, alrededor de treinta, han expresado que su vida vale más que «el oro, el coltán y el diamante» a través de canciones del país y consignas como «si el Congo cae, el mundo cae» o «queremos justicia».
Las principales demandas han sido el fin de la guerra y la «protección inmediata de la población civil», justicia para las víctimas de violencia sexual y «acción inmediata» de la comunidad internacional.
Esta movilización se ha organizado como parte de la Campaña Global #IfSheFallsWeAllFall, que denuncia la crisis en la República Democrática del Congo y presiona a gobiernos y organismos internacionales para que actúen. «El silencio es complicidad», han afirmado.